sábado, 25 de junio de 2016

Acción y movimiento

Con la ayuda de tus manos mi aliento yo armo
con rebeldía y poesía que ahora te canto
soltando la rabia a través de letras que tú me vas narrando
y que ponen nombre a lo que dentro mía está pasando.

Me costó años dar el paso para el gran salto,
pero, ¿qué es el tiempo sino el espacio necesario
para reunir el valor para un profundo cambio?

Conquisté mi interior, conquisté mi reino
adquirí el poder del  saber y del conocimiento
de romperme en mil pedazos y organizar mi renacimiento.

Poniendo el corazón en cada intento,
te escuchaba decirme no cejes en tu empeño,
que la que sabe morir, nacer sabe desde sus adentros,
palabras que hoy inspiran mi movimiento

Comprendí el paso, las cadenas y su peso
que me ahogaban apretando mi sufrimiento,
quejío silencioso retumba sin eco tierra adentro

Coloqué en la acción el acento,
sacudí el temor, el miedo y el lamento,

procurando sembrar semillas de libertad
como primer cimiento.

Aquí sigo y aquí me encuentro
en el camino, andando y conquistando mi epicentro
aumentando la intensidad de mis pasos sangrientos,
expresando el aprendizaje de mis propios desencuentros.

                                                                       Maite Díaz Ortega















viernes, 17 de junio de 2016

divagaciones II


¿y si diéramos el paso transformando el fracaso
en huellas pisando el ocaso
del mundo mundano que tanto nos ata,nos desgarra y nos machaca?

¿y si quisieras conmigo andar el camino que abre fronteras
donde sólo debería haber cielo, aire, agua y tierra
y no personas muriendo en pateras?

¿y si tu vieras conmigo que es la vida que se nos escapa
con nuestro tiempo invertido, momentos no vividos
desperdiciando vida a cambio de míseras monedas en nuestro valioso camino?

¿y si compartiéramos las ganas, las fuerzas y la rabia
de las voces asesinadas, hundidas y repatriadas
desencadenando nuestras almas atrapadas....?


                                                                                   Maite Díaz Ortega
                                           


miércoles, 15 de junio de 2016

Libre Camino

Hagamos de la rabia
la llave que nos abra la puerta
y dejar de estar en Babia.

Hagamos de las letras
la música que nos lleve
a una inédita era.
 
Hagamos del dolor
el aprendizaje
de una paradójica bendición.

Hagamos del amor
nuestra fuente de unión,
nutriendo el fuego
de la creación.

Hagamos del mundo
un lugar mejor
donde la paz
no sólo sea ensoñación.

Hagamos de lo imposible
posible nuestra motivación
y juntos decapitar
al gran opresor.

Hagamos que fluya
el poder de la sanación,
cada vez que tu corazón y el mío
bombardean al unísono.

Hagamos de la rebeldía
canciones, versos y poesía,
entonando aires de libertad
en nuestro día a día.

¿Tanto le temes a la libertad?
Con coraje, amor y valentía,
el camino a la libertad
deja de ser utopía
transformando la realidad,
la tuya y la mía,
mostrándonos la verdad
la que nos dignifica.

                                                                                          Maite Díaz Ortega

martes, 14 de junio de 2016

Nacer, Morir, Nacer

Nacer y curiosear,
curiosear y descubrir.
Descubrir y aprender,
aprender y saber de mi.
Saber de mi y no saber,
el miedo mostrando alarmante su tez,
hace de la duda, la nueva invitada en mi ser.
Duda y locura,
locura y cordura,
baile, danza y limpieza profunda,
aclarando y dando espacio,
desechando, tirando y quemando
lo que ya no me sirve y también me hacía daño.
Desaprender lo aprendido,
creando a través de mi júbilo
así como de mi  llanto,  tantas veces perdidos.
Crear, creyendo que todo lo andado
no merece ningún lamento
porque es éste el camino que me conecta al auténtico entendimiento,
ése que se halla en mis propios adentros.
Entender y morir en el intento
las veces que sean necesarias
para los posteriores renacimientos.

                                                                                      Maite Díaz Ortega

lunes, 13 de junio de 2016

Palabras al Viento II

Susúrrame al oído, Amor,
la Verdad de la Esencia humana.
Tócame el corazón, Amor,
y así levantarme cada mañana.
Abrázame el alma, Amor,
para que ya no duelan las balas.  



                                                                                                                     
                                                                                     Maite Díaz Ortega