viernes, 22 de julio de 2016

Bajarte del mundo

Hay días en que el mundo y mi cuerpo
se me quedan pequeños
y es entonces que me doy cuenta
de cómo me siento:
oprimida y ahogada,
maniatada y harta,
llena de mierda, saturada
y también muy cabreada.

Aunque mi gesto y mi cara
muestren un poema de rosas
a mi lo que me pasa
es que no digiero
ciertas cosas.

Y es que qué hace falta más
para bajarte de este mundo que va
sin rumbo, perdió el norte,
desvaneciéndose el horizonte
en el mismo momento ,
en que el ser humano
se sigue arrancando
sus ojos con sus propias manos,
a cambio
a cambio de bienes materiales
que a nuestro alrededor
causan grandes males.


                                                   Maite Díaz Ortega

martes, 19 de julio de 2016

Lienzo en blanco

Líneas, trazos y esbozos
de retratos y autoretratos
anhelando ser creados
Observando a los ojos
del abismo, profundo hastío,
de un acantilado
con los años perfilado,
erosionado,
las heridas despeñadas
dibujan un vacío que,
inerte en apariencia,
guarda los tesoros de la vivencia,
ignorados por el ego
admirados por la sapiencia
sabiduría, inteligencia
supremas
la llave que libera
la primera pincelada
en un lienzo en blanco
esperando a ser pintado,
de vida ser coloreado
ilustrando la belleza
de lo que con palabras
no puede ser contado

                                                Maite Díaz Ortega

Ruido

                                      Unas veces me visto con las palabras
                               y otras, simplemente, me voy desnudando

Sabré
(que) ser en paz
cuando el ruido
se haya alejado
mientras continúe
-el ruido-
he de seguir trabajando

Presto atención a las chicharras
algún grito lejano
de niños jugando
-el ruido-
se hace a un segundo plano y
las chicharras
aliviadas con la brisa
disminuyen su canto

Las moscas
esas pequeñas golosas
a mi alrededor flirteando
y el ruido, -el ruido- continúa
en un segundo plano

Uno de mis canes gruñe
mientras el otro
a su lado está
con madera entre pezuñas
Suspiro
en el segundo plano
-el ruido-
ya es intermitente

Tomo un instante
entro a liarme un cigarro
salgo y prendo la llama
algo de música
suena en la radio
Erik Satie
casa bien con este escenario

Las chicharras,
los niños gritando,
el ahora inexistente ruido
escriben las letras perdidas
a esta melodía de antaño
¡Qué maravilla todo el espectáculo!

Observarte
observarte sembrando
regando
de tus plantas cuidando
mientras todo alrededor
se funde
en un baile sincronizado
como si una sencilla película muda
se estuviese filmando
Respiro
-y en el segundo plano-
ya no hay segundo plano
el ruido se fue
y con él se lo ha llevado

Ahora soy paz
en mi presente...

                                                        Maite Díaz Ortega





jueves, 14 de julio de 2016

Y es que yo quiero contigo



No me gusta cuando nos gritamos
cuando nuestros brazos arrancamos
y entre nosotros nos alejamos
Y es que, a veces,
las palabras que pronunciamos
son en el  mismo idioma,
pero las interpretamos
 según nuestra persona
nuestras mierdas y hormonas
transformando el idioma
en lengua codificada
como si se tratase de una cruel broma
Broma que nos acordona,
nos oprime el pecho
y nos derriba en la lona
manchados y atragantados
con nuestra propia vomitona
y me niego, me niego a que éste
sea nuestro destino
y  de buena letra se
que tú tampoco quieres ese camino

ayer le aullamos a la luna
mil palabras de libertad
y una canción de cuna
susurrándome palabras
encadenadas, tu me rapeabas
letras con corazón improvisadas
invitándome a crear contigo
en directo y en vivo
nuestros sueños más dormidos

y es que
yo quiero contigo
seguir haciendo camino
impulsando nuestro latido
durante todo el recorrido
y brotar la vida de las entrañas
de esta tierra que nos amamanta
y es que
yo quiero contigo
amar lo vivido
sembrar el abrigo
de nuestro cobijo
cálido hogar que
con  fuego y aire
es nutrido.

Y es que tantas cosas yo quiero contigo
que se me queda corta esta vida…


                                                                 Maite Díaz Ortega

martes, 12 de julio de 2016

Sentido

Los caminos a mis recuerdos
son un tanto conocidos
y es que muchas veces
 los he recorrido,
ausentándome del presente,
 por mi omitido,
en busca de respuesta
 de algun que otro acertijo,
capturando las piezas
que antes no tenían sentido,
aisladas claves para descubrir
 parte del entresijo
de la vida, sus vasos sanguíneos
y también de sus hijos,
regresando a un futuro
que en presente es vivido,
encajando los fragmentos,
 que antes sin sentido,
de un rompecabezas sensiblemente dividido
multiplican el significado de lo que hasta ahora
 fue exprimido:
sentido, sentido, sentido...

Atención muestra el camino,
 sentido
el común ausente en el ser racional vivo
que muerto escucha,
 mas sin poner atención al oído fino,
engordando el hambre del ego
 sin saborear los vocablos emitidos,
removiendo lucidez, visión y clarividencia
  por ojos podridos
conservando el putrefacto hedor,
 meten sus narices,
estornudando juicios y prejuicios
sentenciando la piel
que libre de aspereza,
 está condenada a sufrir
 la dureza
de los que apuntan con el dedo,
 sin primero,
haberse apuntado ellos,
acostumbrados, dogmatizados
se han olvidado que la mierda
en ellos también está habitando,
que por mirar para otro quien
y para otro lado
en lugar de mirarse para adentro,
el nombre de cobarde
se ha hecho su aliado,
solos, sin saborear el valor 
de empezar a cambiar la casa
por su propio tejado,
tapian sus oídos
creyendo así que el ruido
habrá cesado.
                                                                     Maite Díaz Ortega