sábado, 25 de junio de 2016

Acción y movimiento

Con la ayuda de tus manos mi aliento yo armo
con rebeldía y poesía que ahora te canto
soltando la rabia a través de letras que tú me vas narrando
y que ponen nombre a lo que dentro mía está pasando.

Me costó años dar el paso para el gran salto,
pero, ¿qué es el tiempo sino el espacio necesario
para reunir el valor para un profundo cambio?

Conquisté mi interior, conquisté mi reino
adquirí el poder del  saber y del conocimiento
de romperme en mil pedazos y organizar mi renacimiento.

Poniendo el corazón en cada intento,
te escuchaba decirme no cejes en tu empeño,
que la que sabe morir, nacer sabe desde sus adentros,
palabras que hoy inspiran mi movimiento

Comprendí el paso, las cadenas y su peso
que me ahogaban apretando mi sufrimiento,
quejío silencioso retumba sin eco tierra adentro

Coloqué en la acción el acento,
sacudí el temor, el miedo y el lamento,

procurando sembrar semillas de libertad
como primer cimiento.

Aquí sigo y aquí me encuentro
en el camino, andando y conquistando mi epicentro
aumentando la intensidad de mis pasos sangrientos,
expresando el aprendizaje de mis propios desencuentros.

                                                                       Maite Díaz Ortega















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