Ya encontraste lo que buscando no hallaste jamás.
No te lamentes por el tiempo perdido
y descubre que aún no estabas preparada en su lugar.
Que los caminos escogidos
fueron los adecuados para tu caminar.
Y que el viaje emprendido,
con un sencillo vaivén,
tuviste que aprender a aceptar.
Que creciste con el todo y con la nada,
descubriendo las piezas del puzzle
que aún te faltaban.
Y anidaste eternamente en tu corazón
y así tu llama más se acrecentaba.
¡Enhorabuena niña, mujer, humana y hermana!
Te has encontrado cuando el amor en ti incondicionalmente palpitaba.
No te lamentes por el tiempo perdido
y descubre que aún no estabas preparada en su lugar.
Que los caminos escogidos
fueron los adecuados para tu caminar.
Y que el viaje emprendido,
con un sencillo vaivén,
tuviste que aprender a aceptar.
Que creciste con el todo y con la nada,
descubriendo las piezas del puzzle
que aún te faltaban.
Y anidaste eternamente en tu corazón
y así tu llama más se acrecentaba.
¡Enhorabuena niña, mujer, humana y hermana!
Te has encontrado cuando el amor en ti incondicionalmente palpitaba.
Maite Díaz Ortega
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