Maite Díaz Ortega
miércoles, 29 de octubre de 2014
Sedientos de libertad
La llama arde. Los corazones laten emulando el sonido de los tambores quebrando el tenebroso silencio que precede a la batalla. Una señal inminente indica que ya ha llegado la hora. El penetrante rugido de aquellas almas en pena impulsa sus espadas al aire. Sedientos de libertad, se apresuran a por sus presas como lobos hambrientos. El frío acero se hunde en el torso del enemigo, la sangre comienza a brotar, se oxidan las cadenas y las almas por fin libres, caminan en paz.
Maite Díaz Ortega
Maite Díaz Ortega
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Muy chulo!!
ResponderEliminarLa fiel seguidora
"sister"
te quiero Schwester!
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